El Pazo de Montecelo tiene su origen en el siglo XV, a partir de la concesión del Coto de San Pantaleón en régimen de foro por el abad de San Martín Pinario, de Santiago, al caballero D. Rodrígo Díaz de Andrade. Ya desde entonces pudo existir una primitiva casa y torre, certificada desde las primeras décadas del siglo XVI.
Durante los siglos siguientes, el edificio fue objeto de ampliaciones y reformas hasta adquirir la configuración actual. La última adaptación comenzó en los años 70 del siglo pasado, después de que la propietaria, Amparo Quiroga, traspasase la propiedad a la sociedad Montecelo S.A., con la mediación de D. Manuel Botas Cuervo, rector de la Pontificia Basílica de San Miguel de Madrid.
Desde sus orígenes, el lugar era conocido como Casa y Pazo de San Pantaleón. Pero a mediados del siglo XVII, la familia propietaria emparentó con la casa de los Señores de Misericordia y desde entonces, el edificio empezó a designarse con el nombre de sus dueños: Pazo de la Misericordia.
Según una antigua tradición, en este pazo, D.Rodrigo Bermúdez de Osorio, miembro de la Casa de la Misericordia, tuvo en sueños una revelación de la Santísima Virgen María. Siguiendo las indicaciones recibidas, D. Rodrigo encontró, en el camino a Betanzos, una imagen de Nuestra Señora tallada en piedra. Y cumpliendo el deseo de la Madre de Dios, mandó construir en aquel lugar el templo que hoy se conoce como Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.